sábado, 19 de mayo de 2012

La decapitación de Ana Bolena

Hoy hace 476 años que Ana Bolena, la segunda esposa del Rey inglés Enrique VIII, fue ejecutada bajo la acusación de adulterio, incesto y traición. Su vida es internacionalmente conocida y ha inspirado numerosas películas y series televisivas, así como dramas e innumerable literatura. La figura de Ana cobra importancia  gracias a dos contribuciones que realizó a la corona británica de gran relevancia histórica. Por un lado, haber dado a luz a Isabel I, probablemente, el monarca británico más insigne quien consiguió elevar a primera potencia mundial el reino británico gracias a su inteligente política internacional, pero también local. Pero cabe no olvidar que Ana Bolena jugó un papel fundamental en todo el proceso de la reforma de iglesia inglesa, aprovechando que se convirtió en reina consorte tras haberse casado con Enrique VIII conspiró en la caída del hombre fuerte en el gobierno y administración de los primeros años de reinado de Enrique VIII, el Cardenal Wolsey, quien controlaba el Consejo y la Administración del reino, aunque su debilidad era la distancia que lo separa del monarca quien estaba influido por los miembros de la Cámara Privada, creada desde principios del reinado de Enrique VIII por el deseo de éste de distanciarse de los viejos consejeros de su padre.

El sistema de gobierno impuesto por Wolsey se truncó con la llegada en 1527 de Ana Bolena a la corte inglesa dando inicio un romance entre Ana y Enrique VIII, que más tarde llevó al rey a manifestar su intención de divorciarse de Catalina de Aragón para poder casarse con Ana, cosa difícil en una sociedad donde la religión ocupaba por completo la vida de las personas, pero indudablemente de los reyes también. Por otra parte, Enrique necesitaba la nulidad Papal de su matrimonio con Catalina y poder casarse con la mujer de la que se había enamorado, Ana Bolena. Por aquel tiempo, Europa entera estaba en llamas y ríos de sangre recorrían su territorio por las Guerras de Religión. La transformación de la iglesia llevada a cabo en algunas potencias europeas en las distintas formas del protestantismo sumergieron a algunos de los países, especialmente al Reino de Francia y el Imperio Español en interminables enfrentamientos, aunque en Francia también fue sangrienta la guerra civil que mantuvieron católicos y protestantes. La negativa del Papa a conceder la nulidad del matrimonio entre Enrique y Catalina desencadenó la caída de Wolsey y su posterior ejecución y la ascensión de un misterioso hombre, Thomas Cronwell, quien se convirtió en el auténtico artífice del Estado británico iniciando un período de reformas que modificó, entre otras cosas, la iglesia de inglaterra, reforma en la que Ana contribuyó de forma decisiva.

Ana Bolena nació en 1501, hija de Sir Thomas Boleyn y de Elisabeth, hermana del Duque de Norfolk, recibió una educación enteramente francesa, en cuya corte residió buena parte de su adolescencia y juventud. En 1522 volvió a Inglaterra, época en la que lo francés estaba de moda, y si bien la expulsión de los "favoritos" (algunos eran partidarios suyos) de la corte fue un duro revés para las aspiraciones de Ana, la imposibilidad de Enrique de tener un hijo varón con Catalina contribuyó al deseo del monarca de divorciarse e iniciar una relación con la afrancesada que desembocó en un intenso enfrentamiento entre Wolsey y ella. La negativa Papal a conceder la nulidad del matrimonio entre Enrique y Catalina significó la caída y ejecución de Wolsey. Sin el cardenal, el hombre fuerte en Inglaterra pasó a ser Thomas Cromwell, evangelista al igual que Ana. Ambos consiguieron los apoyos necesarios para transformar la iglesia de Inglaterra y completar la reforma protestante, aunque se diferenció en muchos aspectos de la reforma que Lutero llevó en Alemania. El modelo británico situaba al monarca, Enrique VIII, como cabeza de la iglesia, por lo que no hubo ningún impedimento para llevar a cabo el divorcio y el posterior matrimonio tan deseado por los enamorados. Sin embargo, los enemigos de Ana aparecían por doquier y la imposibilidad de concebir un hijo varón junto con el choque de caracteres de los reyes inspiró a los enemigos de los Bolena a desarrollar una conspiración que finalizó con una farsa de juicio, hoy en día nadie cree que las acusaciones contra Ana Bolena fueran ciertas, y en su muerte por decapitación el 19 de mayo de 1536.

2 comentarios:

  1. Me ha encantado el artículo, hay que ver hasta dónde puede llegar el poder de una mujer, aunque en este caso ella tuviera un mal final.

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    1. Muchas gracias por tus palabras y sí, fue ambiciosa, consiguió el poder, pero se quemó con fuego. Sin embargo, bajo mi punto de vista la considero la segunda mujer más influyente en la política británica de la Edad Moderna, después de su hija.

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